La inseminación no es un proceso doloroso. Se realiza en la consulta, sin que sea necesario el uso de anestesia ni otras medidas excepcionales.

La posición necesaria para realizarla es la misma que para una revisión ginecológica: colocaremos un espéculo (separador vaginal) para visualizar el cuello del útero y colocaremos a través de éste una fina cánula, que introducimos hasta la cavidad del útero. En ese momento introducimos la muestra de semen una vez procesada.

El proceso por el que se procesa la muestra de semen se realiza unas 2 horas antes y se denomina recapacitación espermática. Si vas a realizar una inseminación conyugal, la pareja debe obtener la muestra de semen unas dos horas antes de la hora prevista de inseminación.

Tras la inseminación no es necesario realizar reposo ni tomar otras medidas especiales. En los primeros días puedes notar algunas molestias, como hinchazón en el vientre y piernas, o cansancio.

Es importante realizar el tratamiento con progesterona, ya sea vía vaginal, oral o subcutánea. La administración de la progesterona vía oral puede provocar náuseas o mareos.

Es importante seguir con la progesterona, ya sea vía vaginal o intravenosa. La administración de la progesterona vía oral puede provocar nauseas.

CRA Barcelona

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