El parón que hemos vivido en los tratamientos de reproducción asistida a raíz del coronavirus y la incertidumbre económica que se prevé, provocarán que se reduzcan los embarazos y el índice de natalidad en España.
Esta semana me entrevistó la periodista Elena G. Sevillano del diario El País (puedes leerlo aquí) para hablar de las consecuencias del confinamiento por el Covid19 en los tratamientos de fertilidad. Como Jefe del Area de Reproducción del Vall d’Hebrón sé que estos 42 días en los que no hemos tenido que interrumpir los tratamientos de pacientes y no hemos podido iniciar nuevos, va a incrementar las listas de espera. Y ello va a provocar un retraso que muchas pacientes ya no se pueden permitir.
Las mujeres con con baja reserva ovárica o de más de 35 años pierden un 2% de probabilidades de embarazo mes a mes. Si se retrasa su tratamiento entre tres, cuatro, o cinco meses sí hay grupos de pacientes que van a salir perjudicados por la disminución de sus posibilidades. Y esto se va a producir en uno de los países del mundo con la edad media más alta al primer hijo y donde más decrece la posibilidad de pasar del primer al segundo hijo.
A pesar de la necesidad de volver a iniciar los tratamientos, opino que la actividad no puede retomarse sin garantías adecuadas, y entre ellas debería estar la disponibilidad de test masivos para las pacientes.
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